Rosa mosqueta y arroz

¡Hola a tod@s!
Este viernes me dio por intentar un segundo refundido y dejar a un lado la reticencia que le tenía gracias al desastre de jabón que salió la primera vez que lo hice.
Fundí 300 gramos (3 pastillas) de aquel jabón que quedó con pegotitos de cera y esteárico que no fundieron del todo bien.
La verdad es que he conservado el resto de pastillas porque, aunque están feuchas, dejan una piel suavísima y a ese aroma de canela y limón no hay quién se le resista.
Bien, a esos 300 gr de jabón le añadí el 20% del peso en leche de soja y agua y lo hice a fuego directo y muy lento.
La primera vez que intenté un refundido lo hice al microondas, me pasé añadiendo líquido y aquél jabón quedo con la textura de la silicona...blandengue y asqueroso, el pobre. Esta vez estaba decidida a que no me pasase lo mismo, así que fui fiel a la doctrina del refundido y no me pasé de listilla :P
Hubo un momento en que se puso el tío duro y parecía que tenía más sed pero entonces añadí un taponcito de lactato de sodio y ...Oh!,divina providencia, aquella pasta se volvió totalmente manejable y fue un placer enchufarle entonces la batidora para dejarla como una papillita.
Entonces le añadí el aceite de rosa mosqueta y he aquí el resultado...
Como el jabón base llevaba harina de arroz en la parte roja las pastillas resultantes han quedado finamente moteadas con puntitos rojos...no sé si se aprecia bien
El caso es que aunque parezca un pudding frío de salmón estoy muy contenta porque al menos sé que podré hacer refundidos en el caso de que me vuelva a ocurrir algún estropicio.
Petonets a tots!